“La Ambientación como Puente en la Formación Profesional Docente”
Ingreso 2017.
EL OFICIO DE SER ESTUDIANTE DE NIVEL SUPERIOR..
El oficio de ser estudiante de Nivel superior se construye a partir de precisar la especificidad de las prácticas estudiantiles con respecto a las prácticas de los bachilleres (“alumnos”) de la educación media, Continuidades y diferencias entre estos dos universos merecen ser estudiados en el campo de lo metodológico, para lo cuál es necesario tener en cuenta entre otros aspectos lo siguiente:
A- LA LECTURA DE TEXTOS ACADÉMICOS
Los/as estudiantes del Nivel Superior deben formarse como lectores expertos, es decir, deben conocer los procedimientos de la comprensión lectora, a fin de que puedan comunicar los saberes y dar cuenta de cómo se lee cada texto identificando palabras clave, la jerarquía de la información y las relaciones de causalidad, oposición, consecuencia, etc.
En cada disciplina se implican ciertas operaciones cognitivas que el/la docente debe poner en juego para que los/as estudiantes están en condiciones de comprender un texto de su campo científico o técnico. Por ello, la progresión de las prácticas lectoras en la trayectoria estudiantil son importantes al igual que las actividades de escritura a partir del texto leído que ordenen la información: esquemas, mapas y redes conceptuales; cuadros comparativos; comparación de definiciones y análisis de sus componentes; síntesis y resúmenes; toma de notas; guías de lectura; lectura a partir de un propósito solicitado; etc.
B-LA ESCRITURA ACADÉMICA EN EL PROCESO DE FORMACIÓN.
Especialmente en el Nivel Superior, la escritura es un proceso reflexivo de planificación para la producción de información que colabora en la estructuración de pensamiento y lo modifica. Cuando el sujeto logra modificar lo que antes sabía sobre el tema, se habla de la función epistémica. En el proceso de escribir se establece una relación dialéctica entre el conocimiento que se tiene, las exigencias discursivas y los objetivos de la escritura.
Para esta razón, se profundizará en las estrategias adecuadas para fomentar el desarrollo progresivo de la elaboración textual por parte de los/as estudiantes. Esta práctica resulta imprescindible para aquéllos que habitualmente utilizan la escritura en informática y en la telefonía celular, empleando otras convenciones más dinámicas y usuales. Los/as estudiantes deben reflexionan acerca las múltiples producciones orales y escritas que realizan cotidianamente para discernir acerca de los usos y propósitos de estos lenguajes.
Estimamos que los distintos momentos de la clase pueden constituir situaciones donde tanto la lectura, la escritura la oralidad sean mediadoras de la comprensión y de la producción de conocimiento. No hay posibilidad de significar la metacognición si no es a través de procesos de lectura y reescritura, entre ellos:
1. La observación y descripción de objetos, hechos, procesos de la realidad natural o sociocultural y laboral. Ordenamiento de datos mediante registros. Formulación de las preguntas a las que el texto pretende responder.
2. Selección de respuestas de los trabajos prácticos, exámenes y cuestionarios como objetos de reflexión teórica sobre los contenidos de la materia.
3. La escritura de informes, proyectos, monografías, textos argumentativos y explicativos como proceso planificado. Revisión de los borradores a partir de la confrontación con producciones de sus pares y con textos académicos y en adecuación a las consignas solicitadas. Reescritura.
4. Registro de discusiones o intercambios grupales.
C- LA ORALIDAD EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL.
La producción de los textos orales, en general, no es objeto de reflexión en el proceso de enseñanza. Por el contrario, los/as docentes se preocupan por la expresión oral de los/as estudiantes sin que ello se traduzca en la incorporación de estrategias que posibiliten mejorar la oralidad en la formación profesional. Se presentan algunas opciones:
1. Diversidad y adecuación de los modos de formular preguntas, solicitar información o explicación, dirigirse al profesor o a sus pares.
2. Exposición con o sin apoyo de esquemas o imágenes. Explicación de los procedimientos empleados en una tarea, descripción de situaciones y relatorías de los trabajos grupales. Expresión de conclusiones finales.
3. Preparación de un plan para la exposición oral secuenciando la información. Práctica de la exposición oral. Explicación de las estrategias elegidas para el discurso. Intercambio con pares.
D- ALFABETIZACIÓN DIGITAL
Es indudable que en la sociedad actual el proceso educativo está atravesado por la problemática comunicacional, abonada en esta época por la tecnología y la pluralidad de lo multimedial. Existe una representación colectiva sobre el conocimiento que los estudiantes poseen acerca de las nuevas tecnologías, sin embargo diversas investigaciones han arrojado aportes opuestos sobre esta concepción pues los jóvenes las utilizan para entretenerse: juegos, videos .etc. pero en general no realizan usos educativos de las mismas, es un desafío instalar esos usos en las nuevas generaciones de los diferentes niveles.
Es importante que al ingresar al nivel superior se le brinden espacios para incursionar en el manejo de las TICS como herramientas de trabajo y los estudiantes puedan dar cuenta del nivel de sus conocimientos tecnológicos que le servirán de apoyatura para apropiarse de los distintos conocimientos.
Se sugiere organizar talleres con distintos niveles de conocimiento con el objeto de comenzar a desarrollar espacios de alfabetización digital en programas básicos como procesador de textos, hoja de cálculos, navegación por Internet, correos electrónicos, etc.
La inclusión como objetos de enseñanza de ciertas capacidades necesarias para resolver problemas
Los docentes reconocen muchas dificultades en el trabajo con los problemas: los alumnos se centran en buscar una (y única) operación que permita resolverlos, generalmente tratando de buscar algún indicio en la formulación -por ejemplo, palabras claves-; no controlan la pertinencia de lo que hacen en relación con el enunciado, si es posible encontrar una respuesta, si es posible encontrar más de una, no saben qué hacer ante una situación que difiera de los “problemas tipo”, etcétera.
Teniendo en cuenta estas dificultades, se hace necesario que los docentes tomen conciencia de la importancia de convertir en contenidos de la enseñanza una serie de capacidades que deben desplegarse frente a las resoluciones tales como: la selección y organización de información, la identificación de la información presentada en diversos soportes, el control de la verosimilitud de datos y resultados, la elaboración de un problema a partir de ciertos datos, el análisis de los datos (suficiencia, insuficiencia, necesidad de buscar datos intermediarios en la resolución, cómo se modifica un problema a partir de una modificación en sus datos, etc.), la formulación y comunicación del desarrollo de los razonamientos seguidos y de los resultados obtenidos, la argumentación que permita validar las soluciones, etcétera.
E- RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS COMO HERRAMIENTA DE SOLUCIÓN A LOS CONOCIMIENTOS QUE SE DESEA TRANSMITIR.
Hace ya varios años que, desde cursos de capacitación, documentos y diseños curriculares, etc., se viene haciendo hincapié en la resolución de problemas como actividad central en el aprendizaje de la matemática. En las prácticas habituales, encontramos maneras muy variadas en las cuales se desarrolla efectivamente una enseñanza basada en la “resolución de problemas”. Tal heterogeneidad responde a diferentes modelos didácticos.
Desde esta perspectiva, se sostiene que la apropiación de conocimientos se basa en la resolución de problemas y en la reflexión acerca de lo realizado.
¿Qué implica esto? Por un lado, que no se trata de cualquier problema, sino de aquéllos que hacen funcionar como herramientas de solución a los conocimientos que se desea transmitir. También implica, por otro lado, que no basta con la actividad de resolución sino que se necesitan diferentes instancias de explicitaciones, justificaciones, confrontaciones, análisis, establecimiento de conclusiones, de relaciones explícitas con los saberes culturales, etcétera.
Como vemos, no son los problemas en sí mismos los que permiten el avance. Las intervenciones del docente constituyen elementos cruciales para posibilitar los intercambios en la clase (un trabajo autónomo de los alumnos frente a los problemas, interacciones entre los alumnos y entre los alumnos y el maestro) que dan lugar a una enseñanza organizada de este modo.
La organización de la clase y el tipo de intervenciones del docente que promuevan esta forma de trabajo deberán ser objeto de reflexión y discusión de los participantes de los cursos.
“El Núcleo central de este eje es la argumentación entendiéndose por tal el desarrollo de la función discursiva que permite justificar ó refutar determinada proposición. En este sentido, se espera que el alumno/a recorra los conocimientos matemáticos anticipando resultados y procedimientos para luego resolver y, finalmente validar las producciones”
F- METODOLOGÍA DE ESTUDIO PARA NIVEL SUPERIOR.
En búsqueda de prácticas educativas transformadoras que optimicen el proceso de formación docente con la finalidad de que el docente que egrese del Nivel Superior logre desempeñarse respondiendo a las exigencias propias de su profesión, se recurre a los aportes que el constructivismo ofrece a la educación para favorecer los procesos de construcción del rol y el desarrollo de competencias profesionales.
Favorecer los procesos de adquisición de conocimientos y las competencias que requiere una profesión implica reconocer, identificar cuáles son las estrategias que pone en juego el estudiante para apropiarse del conocimiento.
Se intenta analizar cómo se ponen en juego determinadas estrategias de aprendizaje y cuáles son aquellas estrategias de enseñanza que permiten que el alumno de nivel terciario logre aprendizajes autónomos, críticos, reflexivos y optimice sus capacidades para desempeñar el rol que su profesión le requiera.
Focalizar la mirada en estrategias que permitan que el alumno de este nivel ponga en juego habilidades propias del pensamiento formal, construyendo estructuras cada vez más complejas con la finalidad de elevar su nivel académico, y profesional.
Es una preocupación de los formadores de profesionales desplegar estrategias de enseñanza que permitan abordar contenidos culturalmente relevantes con estrategias pertinentes al objeto de conocimiento, pues el qué enseñar y el cómo son articulables e inseparables, es decir el método imbricado en el contenido.
Ayudar a los alumnos “aprender a aprender” desplegando habilidades específicas del pensamiento formal, críticas, analíticas y reflexivas, construyendo competencias para desempeñar en su futuro el rol profesional es un objetivo esencial de los Institutos Superiores de Formación Docente.